“VICA” es un término desarrollado y popularizado por el U.S. Army War College, el cual describe cuatro puntos a considerar en la toma de decisiones en un entorno cambiante.
La estabilidad general que vivieron nuestros padres y abuelos ha quedado atrás. Es cierto que también ellos pasaron por épocas difíciles, pero, en general, los cambios no eran tan vertiginosos: una persona comenzaba a laborar esperando durar toda la vida en la misma empresa; la idea de matrimonio implicaba el 90% de las veces un “para siempre”; los avances tecnológicos no se presentaban con la constancia y rapidez con la que lo hacen ahora, por mencionar algunos ejemplos.
Fue a partir de 1989, que el término V.I.C.A. (V.U.C.A. en inglés) salió a la luz con fuerza, pues el Army War College, de Estados Unidos lo desarrolló después de la caída del muro de Berlín, para entrenar a sus miembros en un mundo que estaba cambiando completamente, pues la hegemonía mundial pasaba de ser controlada solo por dos bandos, a ser peleada entre un gran número de economías.
El término “VICA” es producto de la unión de cuatro palabras: Volatilidad (Volatility), Incertidumbre (Uncertainty), Complejidad (Complexity) y Ambigüedad (Ambiguity), y más allá de ser una herramienta puramente descriptiva, es un instrumento de análisis que ayuda a visionar cualquier situación con mayor sentido de previsión y conciencia.
Volatilidad, antónimo de estabilidad, que quedó más que demostrada con la pandemia por COVID-19.
Incertidumbre, porque el plan que tenemos puede funcionar hoy, pero dejar de hacerlo mañana, y es un tanto difícil predecirlo.
Complejidad, porque con tanta diversidad y cambios en la información, resulta complicado dominarla toda.
Ambigüedad, que existe debido a la suma de las tres anteriores, que otorgan significados variados y confusos a las situaciones del día a día.
En resumidas cuentas, cualquier emprendimiento que deseemos comenzar, debe ser analizado bajo la óptica de estos cuatro puntos, reduciendo de este modo riesgos y sorpresas desagradables.
Paradójicamente, este mismo acrónimo puede ser transformado y convertirse en la mejor forma de afrontar estas dificultades, con Visión, Introspección, Conocimiento y Adaptabilidad.
Visión, para prever, en la medida de lo posible, los escenarios que se podrían presentar, y saber cómo reaccionar a ellos. Es fundamental, tener una visión a corto y largo plazo que se complemente, es decir, mantener una meta fija pero planear diversas formas de llegar a ella, en caso de que alguna situación imprevista nos aqueje.
Introspección, para detenerse cuando sea debido, tomar perspectiva y decidir con serenidad.
Conocimiento, pues estamos en la era de la información, y el saber escoger nuestras fuentes y estudiarlas a profundidad, nos dará las armas para ejecutar planes con astucia.
Adaptabilidad, decir adiós a las estructuras rígidas, tanto organizacionales como de pensamiento, pues nos podrían negar el crecimiento a nuevos campos y poner en riesgo nuestra vigencia.
Para sobrevivir en un mundo de gran volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, y triunfar en él, es preciso conocer nuestra situación actual, ver cómo estas realidades podrían afectarla y anticiparnos para responder con la mejor estrategia y adaptación.